¿Quién fue el Padre Rafael García Herreros?

García Herreros, Rafael. (2015). Biografía. Padre Rafael García Herreros: Corporación Centro Carismático Minuto de Dios.
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El Padre Rafael García Herreros nació el 17 de enero de 1909 en Cúcuta, Colombia, en una familia profundamente religiosa. Desde joven, sintió la llamada del sacerdocio y se dedicó a la vida religiosa con un enfoque especial en el servicio a los más necesitados. Estudió en el Seminario Mayor de Bogotá y fue ordenado sacerdote en 1934, comenzando su labor pastoral en diversas parroquias.
El Padre García Herreros es recordado como un hombre de profunda fe y compromiso social, que dedicó su vida a trabajar por los marginados y por aquellos que vivían en la pobreza extrema en Colombia. Su misión era llevar el evangelio no solo a través de la palabra, sino también mediante acciones concretas que ayudaran a transformar la vida de las personas. Fue un visionario que comprendió que la espiritualidad y el trabajo social podían y debían ir de la mano.
Uno de los aspectos más destacados de su personalidad fue su capacidad para inspirar y movilizar a la sociedad, creando una red de apoyo que involucraba tanto a personas de escasos recursos como a figuras públicas, empresarios y autoridades gubernamentales. A lo largo de su vida, el Padre García Herreros recibió numerosos reconocimientos por su labor, pero su mayor satisfacción siempre fue el bienestar de las personas a las que servía.
Falleció el 24 de noviembre de 1992, pero su legado sigue vivo a través de las obras que fundó y del impacto positivo que tuvo en la vida de miles de colombianos. Hoy en día, es recordado no solo como un sacerdote, sino como un líder social y un ejemplo de caridad y solidaridad
Su obra: El Minuto de Dios.

Uno de los logros más importantes del Padre Rafael García Herreros fue la creación de la organización Minuto de Dios. Este proyecto comenzó en 1955 con un programa de televisión llamado «El Minuto de Dios». El programa, que consistía en una breve reflexión diaria sobre temas espirituales y sociales, se convirtió rápidamente en uno de los espacios más vistos en la televisión colombiana. A través de este programa, el Padre García Herreros no solo difundía mensajes de fe, sino que también llamaba a la acción social, motivando a la audiencia a colaborar en proyectos comunitarios y a ayudar a los más necesitados.
Sin embargo, el Minuto de Dios no se limitó a la televisión. El Padre García Herreros lo convirtió en una plataforma para realizar obras concretas de caridad y desarrollo social. A través de la Fundación Minuto de Dios, que él mismo fundó, se lanzaron múltiples iniciativas de vivienda, educación, salud, y desarrollo comunitario.
Uno de los proyectos más emblemáticos fue la construcción de viviendas para personas de bajos recursos. Con el apoyo de la comunidad y de diversas entidades, la Fundación Minuto de Dios logró construir miles de casas para familias que vivían en condiciones de extrema pobreza. Este esfuerzo no solo proporcionó un techo a quienes lo necesitaban, sino que también creó comunidades sostenibles, fomentando la dignidad y el sentido de pertenencia entre los beneficiarios.
Además de las viviendas, la Fundación Minuto de Dios también ha trabajado en la creación de escuelas, universidades, centros de salud, y programas de capacitación laboral. La Universidad Minuto de Dios (UNIMINUTO), fundada en 1990, es otro de los legados del Padre García Herreros. Esta universidad se dedica a brindar educación superior de calidad a personas que de otro modo no tendrían acceso a ella, cumpliendo así con la misión de transformar vidas a través del conocimiento.
El Minuto de Dios ha trascendido generaciones y sigue siendo un símbolo de esperanza y solidaridad en Colombia. La obra del Padre García Herreros continúa expandiéndose y adaptándose a los desafíos actuales, pero siempre manteniendo el enfoque en ayudar a los más vulnerables y en promover el desarrollo integral de las personas.
«Que nadie se quede sin servir a los demás, porque servir a los demás es el único modo de ser feliz.»
– Padre Rafael García Herreros